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viernes, 29 de mayo de 2015

Día Mundial del Medio Ambiente 2015

Para este Día Mundial del Medio Ambiente 2015, con Marosa la foca curiosa, participamos junto a Las Piedras Recicla, de una campaña de concientización sobre el cuidado del medio ambiente.

En 2015, celebramos también el Año Internacional de los Suelos.Queremos compartir el lema del año de los suelos que dice "Suelos sanos para una vida sana" y transformarlo en un deseo, para este día del Medio Ambiente 2015.

Aspiramos a que mediante la protección de los suelos, se evite la contaminación de los alimentos y de esa manera, se tome conciencia de que debemos moderar nuestro consumo, pues somos siete mil millones de personas y compartimos un mismo planeta. Si no lo cuidamos entre todos, sufriremos las consecuencias de nuestra desidia.


domingo, 11 de marzo de 2012

Proyecto Cultural Decires


El Proyecto CulturaDECIRES, nació en Setiembre de 2002 en la ciudad de La Paz (Canelones- Uruguay), a instancias de su creador, el escritor y artista plástico Miguel Méndez Furtado, acompañado por el escritor Ernesto Casas. 

En sus comienzos, se reunían como café literario, pero la presencia de connotados escritores que se fueron acercando de a poco, posibilitaron que el proyecto, fuera tenido en cuenta dentro del circuito literario del área metropolitana de Montevideo y alrededores. Años más tarde se sumaron otras artes, como la plástica, la música y el teatro. 

DECIRES tiene el aval de la realización de: "Encuentros Nacionales de Escritores" (2005-2006); "1er Concurso Nacional de Cuento y Poesía" (2008); "2º Concurso Nacional de Cuento y Poesía" (2011-2012); "1er Encuentro de Escritores-Zona Sur" (2010); la ediciones de los libros: "Decires - 5º Aniversario" (2007) y "Decires II" (2010). Participa desde el año 2003 en "Día del Libro" (escuelas,bibliotecas, etc.) y con la música, la plástica y el teatro en: "Día del Patrimonio" y en ediciones de "Canelones De-Muestra" , entre otras exposiciones en el país. Cuenta con el apoyo del MEC, Intendencias, Municipios y medios de prensa.

Este sábado 10 de marzo, tuve oportunidad de participar en la apertura del ciclo 2012 de DECIRES, que se prepara para celebrar su décimo aniversario y pude apreciar la calidad de los aportes de los participantes que nos deleitaron con sus lecturas.
Como corresponde a quien visita por primera vez este grupo cultural, me tocó leer algo y el cuento "Marosa la foca curiosa" fue mi carta de presentación.

La mecánica del grupo indica que cada participante, tiene un máximo de 10 minutos para leer su aporte, posibilitando así que muchos puedan participar.
Las reuniones se realizan los segundos sábados de cada mes, entre marzo y diciembre, a partir de las 19 horas en verano y a partir de las 18 horas en invierno, en el Restorán "Nira & Oscar" de la ciudad de La Paz (Canelones). 

Cada tertulia, cuenta con un invitado especial que presenta su música, poesía o una actividad artística destacada. La participación implica una cuota social de 50 pesos uruguayos, para cubrir los gastos.
Las reuniones se realizan en el centro cultural Restorán Nira & Oscar en Ramón Alvarez 347, de la ciudad de La Paz, Canelones, con entrada libre.  
Por consultas, se pueden dirigir al teléfono 2362 3192.  

Se puede ver más información sobre el Proyecto Cultural DECIRES en su blog



wafo
mail: wfontes@montevideo.com.uy

jueves, 2 de febrero de 2012

Reseña del libro El Color del Hielo


RESEÑA
Waldemar Fontes. El Color del Hielo. Montevideo, 2008.

Bajar la reseña en PDF

El Color del Hielo; Ladislao, el perrito polar; Marosa, La foca curiosa; Pingüinos de colores. Cuatro cuentos que se unen en este libro de cuentos infantiles y, por lo mismo, para todo lector.
El autor, Waldemar Fontes, expedicionario antártico del Ejército Uruguayo, da cuenta, literaria y pedagógicamente, a través de protagonistas animales y de una artista, Beatriz, de la interacción del hombre con la naturaleza del Continente antártico.
El primer cuento, El Color del Hielo, nos muestra los descubrimientos, enseñanzas y reflexiones entorno a los misterios de los hermosos paisajes helados de la Antártida.
Beatriz, la joven que tiene la misión de pintar un nuevo edificio construido en la base Uruguaya, irá asombrándose de la diversidad de colores, tonos y matices que el hielo puede reflejar. Los científicos, glaciólogos, biólogos, meteorólogos, doctores y veterinarios, en fin, toda la dotación asentada en la base uruguaya y, en otras, como la base china, rusa y chilena, le ayudarán a descubrir y a decidir, en definitiva, cuál es el color del hielo.
En la búsqueda del color del hielo, podemos destacar tres momentos muy importantes e inolvidables: su conversación con un señor que hacia monitoreo ambiental, quien le enseñó que “el color del hielo se aprecia según con los ojos con que se mire” (pp.12) y “también influye nuestro estado de ánimo y lo que estamos pensando cuando miramos el hielo”; el segundo, lo constituye su viaje al interior de un glaciar, “Hablando con un glaciólogo ruso, Beatriz se enteró de que era posible adentrarse en las entrañas de los glaciares por cuevas y grietas” (pp.14), y el tercer encuentro, fue con un biólogo y músico coreano, quién “comentó algo acerca de la música de las esferas, comparando la secuencia de las notas musicales con diferentes vibraciones que coincidían con una escala de colores que bien podrían interpretarse como arco iris” (pp.16).
Después de todo esto vendría la inspiración divina para dar vida a su obra, que le significó premios y ofertas para ir pintar a Europa.

El segundo cuento, Ladislao, el perrito polar, el primer y único perro polar, “un perrito común, criado en los fondos del cuartel y acostumbrado a acompañar a la gente de infantería en sus marchas y guardias.” (pp.22). Pero, reunía las características suficientes para transformarse en un perro polar, pues era aventurero, fuerte, simpático y no se amilanaba por las dificultades.
Utilizando la personificación como recurso, el narrador hará que el mismo Ladislao, nos muestre su transformación, de perro común a perro polar. Lamentablemente, la bella historia del perrito polar cambiaría porque “Los miembros del Tratado Antártico, reunidos en Madrid, habían aprobado un protocolo de Protección Ambiental, que exigía la extracción de todos los animales no nativos de la Antártida” (pp.34), por lo tanto, plantas y animales no nativos de la antártica debían retirarse en un plazo establecido.

El tercer cuento, Marosa, La foca curiosa, es la historia de una foca que vivía o mejor dicho convivía muy bien con los expedicionarios de la base uruguaya, “era algo normal ver animales descansando o paseándose tranquilamente sin ser molestados dentro de la base Artigas” (pp.38).
Este cuento es el más corto de los cuatro relatos, aunque, no cabe duda, que es el más emocionante. Marosa, la foca, protagonizó un milagroso rescate de marinos que fueron atrapados por hielos flotantes, en un día de mala visibilidad y mucho viento. Durante dos horas permanecieron entre los hielos y la niebla. Entonces, cuando “nuestras manos se estaban congelando (…) nos mirábamos para darnos ánimo y un poco de temor aparecía en nuestros ojos, aunque las antiparras los quisieran ocultar” (pp.42), aparece
la cabeza marrón de Marosa. Con su cara sonriente y utilizando su cola, apartaba los hielos.
Una maravillosa historia en la que el hombre, los animales y la naturaleza nos enseñan a valorar y respetar la vida.

El cuarto y último cuento, Pingüinos de colores, es la historia de los pingüinos de pico rojo, “papúa” o “gentoo”, quienes son sometidos a un experimento para comprobar el grado de estrés que sufren cuando se instala una base.
El experimento consistió en ubicar parlantes, que emitieran ruidos de motores y de gente trabajando, en los lugares que habitaban los pingüinos. Desde lejos, los científicos observaban los movimientos de la colonia de simpáticos pingüinos. Pero el experimento debió ir más allá. Era difícil diferenciar los pingüinos de una familia y otra, por lo que tuvieron que decidir pintar a cada familia con un color diferente.
El experimento llegó a su fin y el verano hizo que los pingüinos, como era normal en su ciclo de vida, navegaran surcando el mar. La mayor sorpresa se la llevó una tripulación que vio los lomos rojos, verdes y amarillos de estas verdaderas aves que vuelan en el agua.
Cuatro cuentos, 50 páginas y mil sueños, permiten afirmar que el autor de estas impresiones literarias antárticas es un poeta del hielo, de los animales y, sobre todo, de la vida en su estado más puro e ingenuo.

Estos relatos, no solo nos permiten ver bajo el agua, sino bajo el hielo.
La habilidad y sensibilidad de Waldemar Fontes, transforma esos helados parajes en un escenario cálido y paradisíaco, en donde el hombre y los animales se funden en una armónica convivencia infantil y, por lo mismo, sincera y verdadera.
El Color del Hielo, es el color del alma que logra asombrarse, soñar y encontrar la esencia del existir. Waldemar Fontes logra mirar con sus ojos y transmitir con su pluma esa esencia que para muchos es invisible.

Dr. Juan Pablo Reyes Núñez
Facultad de Humanidades
Universidad de Playa Ancha,
Valparaíso, Chile.
Valparaíso, diciembre 2011.
http://www.hemisfericosypolares.cl/revista.htm


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  ¿Quieres leer el libro El Color del Hielo?

martes, 3 de enero de 2012

"Había una vez...", entrevista a Waldemar Fontes

El viernes 30 de diciembre de 2011, Dinorah López Soler, nos invitó a participar de su programa "Había una vez..." para hablar sobre el Premio MEC a la obra de teatro para niños "Tres pingüinos y un elefante marino"

Un programa de radio en Uruguay
HABÍA UNA VEZ...

Conducción y producción: Dinorah López Soler


Había una vez... 
Un programa en la Radiodifusión Nacional SODRE 
 Difusión y análisis de la literatura infantil. 
 Desde 1997 es el único espacio radial destinado en forma exclusiva al análisis de la literatura infantil y juvenil, con entrevistas a escritores e ilustradores, nacionales y extranjeros. 
En 2003 recibió la Medalla de la Legión del Libro, otorgada por la Cámara Uruguaya del Libro. 
En 2005, el Ministerio de Educación y Cultura lo incluyó en el Plan Nacional de Lectura. 
Viernes, de 20.00 a 21.00 horas por AM 1050, CX 26 Radio Uruguay
www.radiouruguay.com.uy 
 Contacto: habiaunavez05@yahoo.es 

Agradecemos a Dinorah, por la oportunidad y te invitamos a escuchar la entrevista:




wafo mail: wfontes@montevideo.com.uy

miércoles, 13 de julio de 2011

Waldemar Fontes, entrevistado por Mecenas XXI


Veronique de Miguel, directora de Mecenas XXI una publicación digital destinada a promover las expresiones de la cultura iberoamericana contemporánea, entrevistó a Waldemar Fontes, en Buenos Aires.
Los invitamos a ver la entrevista:


El color del hielo from MecenasXXI on Vimeo.

lunes, 13 de junio de 2011

El pañuelo de Marosa


Historias de Marosa la foca Curiosa: "El pañuelo de Marosa"
publicada en Copos de Nieve Nº 32, Junio 2011
wafo@antarkos.org.uy
Ya había comenzado el invierno austral y la oscuridad reinaba por casi 24 horas en la Isla Rey Jorge.
En la base Artigas, quedaba una dotación de apenas 8 personas, que se ocupaban de mantener la base funcionando y monitoreaban los aparatos de la estación meteorológica, mientras disfrutaban de un paisaje único.
El mar se comenzaba a congelar y los bloques de hielo que habían flotado sobre la playa hasta hace unos días, se soldaban unos con otros, extendiendo la línea de costa hacia el interior de la bahía.
Las focas de weddell permanecían por allí y aprovechaban las grietas para construir agujeros por donde poder lanzarse al agua en busca de comida, sin preocuparse de que el mar se siguiera congelando.
Quedaban pocos científicos en las bases, casi todos habían partido ya, pero en un vuelo logístico de los chilenos, llegó un grupo de personas que harían un monitoreo ambiental.
El equipo estaba compuesto por personas de varios países y lo dirigía la Doctora Alda, una especialista en temas de medioambiente y de la normativa del Protocolo de Madrid, que regula todas las actividades en la Antártida, buscando proteger el entorno para que se mantenga en condiciones lo más puras posibles.
La Doctora Alda era muy exigente y apremiaba a los miembros de su equipo para que realizaran todas las mediciones y tomas de muestras que se habían propuesto obtener.
Los investigadores tenían unas pocas horas para hacer su trabajo, pues el avión chileno debía partir apenas hubieran terminado la descarga y carga de cosas que tenían previstas, pues el intenso frío y las pocas horas de luz, dificultaban la operación.
Así que la Doctora Alda dividió su equipo y envió a unos hacia el lado de la base china, a otros a recorrer las instalaciones de Chile y de Rusia y un tercer grupo, liderado por ella misma, con la misión de llegar hasta la base Artigas.
Este último era el trabajo más difícil pues debían caminar cinco kilómetros de ida y otros cinco de vuelta, en apenas dos horas… pero tanto Alda como sus ayudantes estaban acostumbrados a eso, así que salieron raudos a la búsqueda de sus muestras.
A mitad de camino, se encontraron con el carrier de la base uruguaya, que iba al aeropuerto a buscar correspondencia y carga y como es norma en estas desoladas latitudes, se ofrecieron a llevarlos hasta la base y luego conducirlos hasta el aeropuerto.
Alda y las dos chicas que integraban su equipo, aceptaron encantadas y subieron al carrier.
Al llegar a la base, descendieron rápidamente y se dirigieron a tomar las muestras en diferentes lugares y a realizar mediciones en la zona de los generadores eléctricos para verificar el nivel de ruido y los gases emitidos.
El Jefe de Base, que iba en el carrier con ellas, les ofreció que cuando terminaran su trabajo, antes de partir, llegaran al comedor a tomar un café y descansar un rato.
Como habían ahorrado mucho tiempo, podían hacer su trabajo completo y luego aprovechar a visitar la base.
Las investigadoras salieron a recorrer la costa y allí se encontraron con Marosa y Borravino, que conversaban al resguardo de unas rocas
La Doctora Alda usaba un pañuelo blanco con unas hermosas rosas rojas y Marosa quedó deslumbrada con él.
-Qué lástima que no haya tiendas para focas en estos lugares, Dijo Marosa. -Yo me compraría muchos pañuelos como ese y usaría gorros con hilitos dorados como el que lleva esa doctora...
Borravino la escuchaba y se sonreía… -¿Para que sirve un pañuelo? Yo preferiría tener unos guantes de esos que usan los exploradores, o unas botas con clavos para subir las montañas congeladas…
Marosa se sonreía ahora. -Tus patitas tienen muy buen agarre para trepar el hielo… y además ¿dónde te pondrías los guantes si no tienes manos?
-¡Qué aguafiestas!, dijo el pingüino.
Marosa y Borravino siguieron conversando mientras la gente hacía su trabajo y entonces escucharon un ruido ensordecedor.
Era el helicóptero chileno que venía rumbo a la base Artigas.
-¿Qué pasará? Dijo Marosa.
Por la radio llamaban a la Doctora Alda. El tiempo se descomponía y era urgente salir
cuanto antes, así que el helicóptero las estaba buscando para llevarlas de regreso de
inmediato.
En la base Artigas quedaron tristes, Ya no tendrían visitas, pero comprendían que este tipo de cosas pasaban muy seguido.
Así que todos los que estaban por allí salieron a despedir a las investigadoras.
El helicóptero ya se posaba en el helipuerto y las dos investigaras más jóvenes fueron las primeras en subir.
La doctora quedó un momento más, agradeciendo la amabilidad de los uruguayos e
intercambiando mails para mantener contacto en el futuro.
Terminó de despedirse y corrió hacia el helicóptero y entonces, ¡Se le voló el pañuelo!
Alda quedó muy preocupada. Ese pañuelo se lo había regalado su mamá y no quería
perderlo…
El buzo de la Base Artigas, le dijo que no se preocupara, que él se encargaría de buscarlo y lo recogería para evitar que se transformara en algo contaminante.
Alda agradeció la buena voluntad y explicó que el pañuelo era de un material biodegradable que no causaría contaminación.
Con pena por su pañuelo perdido, subió al helicóptero tranquila porque había podido
hacer su trabajo completo.
El helicóptero despegó y el viento alejó más el pañuelo, que era perseguido por varios de la dotación, que no lo pudieron alcanzar.
El viento se hacía cada vez más fuerte y el jefe invitó a todos a ingresar al comedor.
-Mañana iremos a la base chilena a buscar la carga, dijo.
El helicóptero hizo un sobrevuelo y se despidió.

Alda miraba por la ventana y vio un pingüino y una foca, descansando entre las rocas.
Pero lo que no vio, fue que Borravino había recogido el pañuelo extraviado y se lo entregaba a su amiga Marosa que muy feliz, se lo ponía al cuello.

-o-

Waldemar Fontes: http://lodewafo.blogspot.com
Ver otras historias de Marosa la foca curiosa: www.antarkos.org.uy/marosa
“Marosa la foca curiosa” por Waldemar Fontes - Licencia de Creative Commons
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11 de junio de 2011